La novela es la segunda de una trilogía y sigue la línea de la anterior. Nuevamente nos lleva de un país a otro mediante los vínculos entre algunos grupos familiares repartidos: Inglaterra, Gales, Alemania, Rusia, Francia, España y Estados Unidos están presentes. Nos muestra desde adentro el sentir y el vivir frente a todos los echos más trascendentales de la Segunda Guerra Mundial: el empoderamiento de Hitler, la alianza y posterior ruptura entre Alemania y Rusia, el Blitz en el Reino Unido, los avances alemanes en Francia y otros países, el papel de Churchill, la participación de EEUU y de Japón, el ataque a Pearl Harbor y la Guerra del Pacífico, los impulsos por el avance de las Naciones Unidas, la carrera por la creación de la bomba atómica, el Plan Marshall. En fin, son tantos los puntos que toca que es difícil siquiera nombrarlos todos. Eso si, al transmitirlo todo desde adentro situándose siempre entorno a unas pocas familias, el autor logra mostrar aspectos del ser humano que van desde las ambiciones de poder de unos hasta la solidaridad de otros, pasando por el racismo, el egoísmo y el amor, siempre presente de una forma u otra.
Para los que gusta de la historia novelada, esta trilogía es una lectura imprescindible. Para los que creen que los libros con tanto éxito de ventas no pueden valer la pena, denle una oportunidad. Por último, me saco el sombrero frente a Ken Follet: llevo tres novelas de él y tienen todas un muy buen nivel. Creo que tras una buena novela el listón queda alto y es difícil que luego no tengamos decepciones.
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