Bueno, hace tiempo que estaba con ganas de entrarle a este Japonés, y creo que puedo decir que se trata del primer Murakami que leo, ya que me dejó con ganas de más. Es indudable que el hombre sabe escribir. Te lleva a lo largo de la novela con gran fluidez. Es difícil cuando uno junta mucha expectativa por una novela no decepcionarse, pero creo que puedo decir que me gusto bastante, lo suficiente para querer reincidir. La historia es sin dudas muy buena.
El personaje principal, Toru Watanabe, es un joven estudiante japones que cumple los 20 años a finales de los años 60. Años revolucionarios si los hay para el ámbito estudiantil, pero eso apenas roza la historia central, ya que el personaje se muestra distante y por momentos sarcástico respecto al tema. Toru se ve envuelto en una especie de triángulo amistoso/amoroso, donde es el amigo en común de una pareja formada por su mejor amigo Kisuzi y su novia Naoko. Se siente por momentos incómodo, ya que parece que ellos prefieren juntarse en su presencia que a solas. Una noche y tras unas partidas de billar, Kisuzi termina con su vida a los 17 años. Tiempo después, Toru retoma la relación con Naoko, quién sufre de importantes trastornos. De aquí en adelante, gran parte de la novela se centra en como va desenredando la historia y Toru se va sintiendo cada vez más comprometido con ella, si bien no les es posible tener un vínculo de pareja normal. Ella se interna en una clínica a donde el la visita en varias oportunidades. La vida de Toru se vuelve tortuosa. Conoce una chica Midori, que le declara su amor pero el no es capaz de entregarse libremente ya que siente culpas hacia con Naoko. Será Reiko, compañera y amiga de Naoko de la clínica quién le ayude finalmente a destrabar su situación, de una manera poco convencional pero muy eficiente.
Quiero destacar que la historia está muy bien armada. Ningún personaje está porque sí. Incluso otros personajes como su amigo de la residencia estudiantil Nagasawa y su novia Hatsumi juegan un papel importante. Por momentos parece que Toru va a repetir la historia involucrándose como tercero en cuestión en otra pareja, pero se percata de la situación y hace lo imposible por evitarlo. Tampoco son casuales las partidas de billar que realiza con su amigo Kisuzi primero y con Hatsumi años después.
Una cosa que me sorprendió fue que la música, muy presente en la novela, es toda de origen occidental, básicamente The Beatles. Las comidas en cambio responden más a la cultura japonesa.
Cosa aparte y como uruguayo que soy, me llamó la atención que se cita a Uruguay, en forma casi despectiva, cuando Midori miente a Toru acerca de su padre. Ella le indica que se fue de viaje a Uruguay, cuando en realidad está internado con un cáncer terminal. Seguro que para casi cualquiera que lea la novela, esto es un detalle menor en la novela, pero no lo es para un uruguayo.
Si bien no fue el título que el me sugirió, uno de los que me llevó a Murakami es Javier, compañero en esto de los blogs. Gracias entonces Javier. Elegiré entre sus recomendados mi próximo Murakami.
2 comentarios:
JAJAJAJAJA!, gracias amigo por la mención!. Quizás Tokio Blues no me gustó tanto por que fue el segundo libro que leí de Murakami. El primero fue El fin del mundo y un despiadado pais de las maravillas. tan espectacular y tan lisérgico que cuando leí Tokio Blues fue como entrar en McDonalds luego de cenar en cocina de autor en un restó de lujo. Algo así. Bienvenido al mundo del ponja. Si le gustó el flojito piense que lo mejor está por venir. Un abrazo. Feliz año!.
Buen año para vos también Javier.
Ya compré el próximo, será Crónica del pájaro que daba cuerda al mundo. Pero ahora estoy paseando por el Cementerio de los libros olvidados, atrapadísimo. Saludos
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