Se trata de un conjunto de cinco cuentos recopilados post-mortem. Es innegable su autoría, ya que tienen claramente el estilo de Carver. Son esos cuentos concisos, directos, minimalistas, propios de su vertiente, llamada "realismo sucio". Los cuentos están buenos, la lectura es fluida, pero eso si, tras cada cuento queda esa especie de sabor amargo, pues los finales felices no son su fuerte. A veces me pregunto porqué me gustan sus cuentos, si es una especie de masoquismo que lo lleva a uno a querer leerlos y entrar en ese mundo trágico y a veces hasta deprimente, pero no lo puedo evitar, quedo enganchado enseguida con ellos.
El autor falleció joven y dejó a sus seguidores con ganas de algo más. Tuvo una etapa de fuerte adicción al alcohol y lo refleja en varios de sus cuentos. Para quienes no lo conocen, recomiendo leer un cuento en especial, que leí hace ya unos años y me gusto mucho. Se llama "Catedral". Lo pueden ver en internet ya que ha sido subido por varias personas.
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